02x06: The Mandalorian - La tragedia

Robert Rodríguez se pone a los mandos de este episodio de poco más de media hora de duración para dejarnos casi sin respiro y con algunas imágenes que serán difíciles de olvidar. Llegamos a un punto crucial de la segunda temporada y de la trama principal. Todas las piezas estaban ya desplegadas sobre el tablero y han entrado en juego. Tal y como fue el capitulo, vamos sin tregua a por el análisis.

Comienza la zona spoiler. Veníamos esperando la emboscada desde que sabíamos que la Razor Crest tenía un localizador y no se ha hecho esperar demasiado. Siguiendo las indicaciones de Ahsoka Tano, el Mandaloriano lleva a Grogu (no ha costado mucho hacerse al nombre real de 'baby Yoda') hasta la piedra de la visión. Cuando parece que están perdiendo el tiempo más que otra cosa aparece una nueva nave en el cielo perfectamente reconocible para cualquier fan de Star Wars. Llega Boba Fett que, como todos sabemos, está persiguiendo la armadura que Din Djarin obtuvo en el primer episodio de esta temporada. Y no viene solo porque está acompañado por Fennec Shand, a la que muchos dábamos por muerta. Mando quiere evitar la confrontación pero cuando quiere coger a Grogu, este ya ha activado la piedra de la visión generando un campo de fuerza que le hace inaccesible desde fuera. En teoría está haciéndose presente y algún jedi de los pocos que quedan en la Galaxia debe recibir el mensaje para acogerlo como aprendiz.

No hay demasiado tiempo para que se enfrente el trío de personajes porque aparecen en escena los soldados imperiales. Llegó la emboscada. El ritmo se acelera y encontramos momentos de violencia, sobre todo protagonizados por Boba Fett, yendo un paso más allá de lo que habíamos visto en esta serie. El sello de Robert Rodríguez, director entre otras de 'Abierto hasta el amanecer' o 'Sin City', se deja ver en este tramo del episodio.

Es emocionante para todo seguidor de Star Wars cuando Fett se cuela en la nave de Mando para hacerse con su antigua armadura. Es digno de estudio la legión de fans que este personaje ha reclutado con el paso de los años teniendo un papel minúsculo en la saga original y estoy seguro de que la mayoría están encantados con su regreso y alucinaron con este episodio. Respecto al combate no tengo más pegas que la habituales y es la sensación de la inutilidad de los 'storm troopers' que caen como moscas con aparente facilidad y que son incapaces de acertar blancos relativamente sencillos cuando tienen cientos de oportunidades de hacerlo. La chica, por ejemplo, va sin armadura y acaba el capítulo sin un solo rasguño.

Pero no olvidemos que el episodio se llamaba 'La tragedia' y aquí es donde las cosas se ponen feas. El primer golpe nos lo llevamos cuando aparece un rayo del cielo y, de forma inesperada, fulmina la Razor Crest. La nave ya icónica del protagonista de esta serie queda desintegrada sin previo aviso y creo que tenemos la misma sensación que el protagonista. En apenas 14 capítulos le habíamos cogido tanto cariño a la nave como a su dueño y bajo el casco del mandaloriano se intuye la sensación de asombro, impacto y desdicha de Din Djarin.

Y no se acaba ahí el asunto porque ya pensábamos que la tragedia a la que hacía mención el título se había concretado pero lo cierto es que llegaba algo peor. Moff Gideon pone en juego por fin a sus 'dark troopers' que no son otra cosa que robots de combate con la capacidad de volar. Mal momento para que Grogu haya terminado de generar su campo de fuerza y echarse una siesta porque les facilita mucho el trabajo para llevárselo y volver a la nave. Visto y no visto. Será más adelante cuando les veamos en acción.

Así que el episodio nos deja al Mandaloriano con sus nuevos compañeros de aventuras que se quedarán con él hasta que recupere al niño. Mando vuelve a Nevarro para buscar información a través de Cara Dune, nueva Marshall de la zona, sobre un personaje que recordamos de la primera temporada y que está preso en una cárcel de la Nueva República. Al parecer es una pieza clave para localizar a Moff Gideon.

Por su parte, Grogu está encerrado en una nave del antiguo Imperio donde Gideon deja que saque sus peores instintos contra algunos de sus soldados, sin duda con la intención de que se despierten en él sus poderes relacionados con la Fuerza y de paso que a través del miedo emprenda el camino hacia el lado Oscuro. No tarda en decir que se avise de que ya tienen al donante pues hay que recordar que están utilizando su sangre en extraños experimentos y que en un capítulo anterior vimos un laboratorio en el que nos pareció ver la figura del futuro Líder Supremo Snoke al mismo tiempo que sonaba su tema musical.

Moff Gideon no pierde la oportunidad para mostrar el sable negro al pequeño Grogu que está agotado por el esfuerzo de tumbar a dos soldados imperiales. Esta pieza nos recuerda que Bo Katan y sus dos compañeros andan tras él lo que nos hace pensar que Din Djarin contará con nuevos aliados en el tramo final de la temporada para rescatar al niño.

Mientras aparecen los títulos de crédito empezamos a hacer cábalas sobre lo que pueden dar de sí los dos próximos episodios. Se acabaron las misiones secundarias y lo que tenemos claro es que estamos dentro de una historia mucho mayor que será clave en el desarrollo de los acontecimientos dentro de la Galaxia que acabarán con la Nueva República y establecerán la Primera Orden pues sabemos que es el punto de partida de la siguiente trilogía (Episodio VII: El Despertar de la Fuerza).

Y por último, algunas preguntas. ¿El mensaje de Grogu llegó a algún jedi? ¿Tendremos alguna aparición estelar al final de esta segunda temporada? ¿Aparecerá ese jedi cuando todo parezca perdido para rescatar al pequeño? Y mi apuesta personal. La lanza de beskar fue de lo poco que se salvó de la nave de Mando. ¿Será el arma con la que acabe con Moff Gideon?

Todas estas preguntas se irán resolviendo sin olvidar otra cuestión que nos persigue desde el capítulo anterior. ¿Qué papel jugara Ahsoka Tano y el Gran Almirante Thrawn en todo esto?