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Foto del escritorFrancisco Javier Moñino Gómez

02x08: The Mandalorian: El rescate

No conozco a ningún fan de Star Wars que haya quedado decepcionado por la segunda temporada de The Mandalorian. Alguno habrá, no lo niego, pero yo no lo conozco. Lo que han hecho Favreau y Filoni con esta serie va mucho más allá del puro entretenimiento. Han logrado devolver la ilusión a toda una generación de seguidores de esta franquicia, están dando sentido al despropósito que supusieron los episodios 7,8 y 9 y nos han creado el interés y la necesidad de seguir viendo más y más de todas las entregas que ya se han anunciado y que analizamos en el programa piloto de Fase 24 Podcast. Dicho esto, vamos a empezar el análisis de este último episodio. Entramos en la zona roja.

Comienza la zona spoiler. Y como estoy tan entusiasmado con este final quiero empezar por la única pega que le pongo que viene a ser la misma que ya he comentado varias veces. Se hace un poco penoso el tema de los 'stormtroopers' en este tipo de episodios. Es difícil ser más inútil y hay algunas cosas que no se entienden. No es lógico que si te asaltan y te están destrozando, cuando consigues hacer una maniobra de pinza y tienes acorraladas a dos de las asaltantes en lugar de disparar y ejecutarlas ahí mismo te limites a darles el alto dando un tiempo precioso a las dos mandalorianas a destrozarte. Entiendo que es complicado montar este tipo de escenas y hacerlas creíbles pero creo que con una orden del Moff Gideon en plan "quiero a todos vivos" al menos habría justificado la forma de actuar de los soldados.


Más allá de eso, el episodio nos regala algunos enfrentamientos interesantes empezando por el que protagonizan Boba Fett y Koska Reeves que queda en nada, lógicamente, ya que son aliados; y los dos del protagonista, uno agónico contra un soldado oscuro y otro contra el Moff Gideon que se resuelve más rápido de lo esperado. La dificultad en derrotar a una de las máquinas que tenía preparadas el villano de esta serie sí que me parece que se ajusta a lo que todos esperábamos y se refuerza especialmente con la escena final en la que están acorralados y casi sin opciones ante un pelotón de estas máquinas que seguramente veremos en temporadas venideras y en otras series de Star Wars de las muchas que se están programando.

También me parece que está bien planteada la estrategia de entrada, de asalto y de rescate. El resultado, quitando mis objeciones ya planteadas, al menos desde el punto de vista estratégico, me parece bastante convincente.


Hasta aquí, más o menos lo que todos esperábamos. Sólo dejaré el apunte de un atisbo de incoherencia en el encuentro inicial entre Din Djarin y Boba Fett y las dos mandalorianas (¿Dónde estaba el tercero?). No entiendo que al principio sean reacias a colaborar si Bo Katan sabe desde el principio que Gideon tiene el Sable Oscuro que está buscando desde hace tiempo. No tengo claro si es para forzar una situación hostil que se verá multiplicada más adelante o si hay algún motivo escondido que se me escapa.

El caso es que la estrategia no sale como ellos esperan porque el Moff Gideon se adelanta a sus movimientos una vez que realizan el asalto y, en lugar de estar en el puente de mando donde debería haber sido derrotado por Bo Katan, está, de forma inteligente, esperando en la celda con Grogu. Al ser derrotado por Mando pierde el arma que Bo Katan ansiaba y aquí creo que nos cuelan una pequeña milonga con eso de que este arma debe ser ganada en combate. Es una de las pocas puertas que quedan abiertas para la siguiente temporada ya que al acabar el capítulo ese asunto no está resuelto y será objeto de controversia. Veremos cómo solucionan esta historia los guionistas.


Cuando nos acercamos al final y entendemos que los personajes principales no tienen escapatoria se produce la esperada llegada del misterioso jedi. Hasta este punto a mí no me habían sorprendido. Tenía muy claro que la llamada de Grogu desde la piedra de la visión había sido escuchada y también era previsible que la aparición de su futuro maestro se produjera en el momento más desesperado. Lo que no me podía imaginar es Luke Skywalker apareciera destrozando el solito a todo el pelotón de soldados oscuros y salvando la situación. El momento en el que se echa hacia atrás la capucha, deja ver su rostro y suena el tema de la Fuerza es sencillamente mágico. En ese instante, mientras intentas mantener la boca cerrada y se te acelera el pulso, todo cobra sentido. Recuerdas que Luke, tras la derrota del Imperio, había intentado reclutar a algunos jóvenes 'padawan' para restaurar la orden Jedi que ayudara a proteger la Nueva República. En ese instante cada una de las piezas de un inmenso puzzle que han estado bailando en el aire encajan a la perfección. Todo hace clic y se ensambla. Y justo ahí te das cuenta que la obra de Favreau va mucho más allá que de hacer una serie divertida y llena de acción. Está dotando de profundidad a la historia y, lo más importante, está edificando los pilares de la última trilogía que vimos en el cine. Lo que está consiguiendo con The Mandalorian es una auténtica locura.


En cuanto a la aparición de Luke podemos debatir entre dos posturas. ¿Ha sido acertado el uso de CGI tal y como se hizo en su día con Rogue One o en este caso hubiera sido mejor buscar un joven actor que tuviera parecido a Mark Hamill? La primera opción, que ha sido la elegida, tiene un resultado realmente asombroso. Se nota que esta técnica está avanzando de forma espectacular y, en este caso, han sido más inteligentes que en Rogue One no forzando en exceso la máquina y aprovechando el rendimiento de esta técnica.

Alguien podría argumentar que habría sido mejor utilizar un actor joven como se hizo en su día con Han Solo. La diferencia es que en este caso se trataba de un papel protagonista para una película completa y que era una versión del personaje más joven que la que habíamos visto en las películas. Aquí vemos el rostro de Luke apenas unos segundos y se encuentra en un momento vital en el que ya habíamos visto al actor anteriormente. Cambiar en este caso habría sido bastante complicado a no ser que el parecido fuera asombroso.


El momento de la despedida entre Din Djarin y Grogu es una maravilla. Cualquiera que sea padre seguro que entiende especialmente ese instante en el que el pequeño le toca el rostro porque es un momento de intimidad repetido durante toda la historia de la humanidad. Cuando tu bebé te acaricia la mejilla y te mira a los ojos reconociéndote sabes que ya eres otra persona muy diferente a la que fuiste antes de ser padre y que tu orden de prioridades cambió hace tiempo. Eso es lo que vemos aquí. Un niño que le dice adiós a papá. Un padre que sabe que está haciendo lo mejor por su hijo pero que se siente destrozado por separarse de él. Una escena que mezcla emoción y ternura a partes iguales. Ni un corazón de beskar puede permanecer impasible. Y no pasa desapercibida la potencia dramática que tiene el hecho de que Mando se quite el casco para mirar a los ojos a Grogu para despedirse. Pedro Pascal está soberbio en esta escena.

Y cerramos con todo lo que nos queda abierto para la tercera temporada. Moff Gideon está vivo pero es prisionero de la Nueva República, Mando tiene el Sable Oscuro que necesita Bo Katan para reafirmar su poder y su derecho como heredera al trono de Mandalor, Grogu se va con Luke Skywalker, sabemos que Ahsoka tiene una serie propia en la que en teoría va en busca del Gran Almirante Thrawn, se nos ha dicho (aunque no sabemos si es cierto) que los experimentos con la sangre de Grogu han concluido con éxito y tenemos claro que en unos años surgirá la Primera Orden comandada en la sombra por una especie de clon de Palpatine y por el Líder Supremo Snoke (cuyo cuerpo nos pareció intuir en un laboratorio que vimos hace algunos capítulos). Todo eso, junto con la aparición de Kylo Ren y su traición es algo que ya conocemos que va a suceder pero que está cobrando sentido gracias a esta serie y, seguramente, a las series que están por venir.

No descartemos, porque algo han dejado caer, que algunos de los productos que vienen como Ahsoka Tano o Rangers de la Nueva República, crucen sus tramas con esta serie y que tengamos algún evento final en el que todo concluya hacia un final épico y sin precedentes en la historia de Star Wars. Desde luego, con Filoni y Favreau a los mandos ya me espero cualquier cosa. Hasta el momento, han obrado el milagro de devolvernos la ilusión a muchos seguidores y lo que empezó como una serie que no pasaba del mero entretenimiento y que tenía la curiosidad de sus constantes guiños al western desde una estética galáctica, se ha terminado convirtiendo, por derecho propio, en una de las mejores obras de esta galaxia muy muy lejana...

Por cierto, por si queda algún despistado en la sala y si has leído hasta aquí y nos has visto la escena postcréditos no sé a lo que esperas...

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